primeros habitantes de Patagonia Los primeros habitantes de Patagonia fueron los canoeros conocidos como «chonos» quienes comenzaron a extinguirse en 1870. Sin embargo, quienes dejaron una huella más permanente fueron los Tehuelches, pueblo nómada que llegó hasta Tierra del Fuego. Hoy podemos ver pinturas rupestres dejadas por ellos, así como dibujos y pinturas que se venden como postales de la región. Se dice que estos cazadores tenían pies de gran tamaño y que de ahí viene el nombre de Patagonia.
Fueron los Tehuelches los que tuvieron los primeros contactos con los conquistadores españoles, quienes introdujeron el caballo a la región. Esto les permití abarcar más territorio en menos tiempo, para cazar y comercializar pieles y animales.

La primera persona que vivió entre ellos fue George ChMusters, en 1869, que acompaño a varias tribus hasta llegar al lado argentino de la Patagonia, en Bariloche.

Pero los Tehuelches no fueron los únicos habitantes originarios de esta zona. En el Sur de Patagonia, y más cercano a Punta Arenas y Tierra del Fuego, convivieron los Onas o Selknam, Yamanes o Yaganes y Alacalufes o Kawaskar. Estos pueblos nómadas se establecieron en distintos lugares, aprovechando los recursos naturales de la región para sobrevivir. Muchos vivían solo de lo que el Océano les entregaba, utilizando lo necesario de los animales para la alimentación y lo demás para construir casas, botes, y ropa.
Todos estos pueblos están hoy extintos, ya que el ultimo descendiente puro de los pueblos originarios falleció en 1997. En la actualidad solo quedan habitantes mestizos y quienes se criaron bajo sus tradiciones.

Una vez que el gobierno chileno se instaló como tal en Santiago, a partir de 1810, comenzaron los envíos de exploraciones y empresas de conquista hacia el territorio del sur. Así comenzó a poblarse Chilo, Chaiton, Puerto Aysén, Cochrane, Punta Arenas y Puerto Williams, además de todos los pueblitos en medio. Más al sur, se enviaron comisiones a Fuerte Bulnes, desde donde se velaba por la soberanía nacional, y que terminó siendo lugar de destino de prisioneros y condenados por los tribunales en Santiago.
Más tarde, ya en el siglo XX, fueron las empresas ganaderas e industriales las que comenzaron a llegar a Patagonia, buscando recursos naturales y dinero. Aunque no todas las empresas que llegaron al Sur terminaron instalándose ahí, provocaron la migración de personas al sector, quienes buscaban trabajo y lugar donde poder formar familia.
Las empresas, además, tuvieron que lidiar con los problemas limítrofes entre Chile y Argentina, los que terminaron en una serie de tratados donde se definieron límites que les impedían el paso libre hacia la Patagonia argentina, donde se alimentaban sus animales. El gobierno chileno estaba consciente de la necesidad de aprovechar las tierras, por lo que terminó rematando territorios a bajos precios, para colonizar la zona.

Tierra del Fuego, en tanto, recibió cientos de personas que llegaron a sus tierras en busca de oro, a fines de 1890. La cantidad de gente obligó a instalar instituciones necesarias, como policía y hospitales, entre otros.

Hoy, la región continúa explotando lo recursos naturales, pero con más conciencia ecológica. Al mismo tiempo, tanto el gobierno chileno como los estatutos regionales le dan una importancia mayor al turismo, comprendiendo que la región tiene una belleza única en el mundo, por lo que hay que cuidarla.
Se entiende, finalmente, que la región tiene un potencial inminente en cuanto a lo turístico y a lo energético, ya que en Tierra del Fuego se han instalado plantas para la extracción de petróleo y de carbón mineral, produciendo un 44% de hidrocarburos en toda la región.